Este espacio surge de la necesidad de que el arte tome la calle; de que los escaparates vacíos se llenen de vida; de que te detengas y mires. 

Este espacio es otro sueño de polArte, el de conseguir que el arte llegue a todo el mundo.

Este espacio es también un reflejo de la generosidad de sus dueños, quienes nos han cedido este local en desuso para que el polvo de sus cristales sea sustituido por el color del arte.

En este espacio las obras que presentaremos tienen unas características especiales. Algunas son creaciones de artistas que no trabajan en la calle y otras son trabajos que no permiten su exposición en la intemperie.

Este lugar también pretende ser un espacio en el que distintas personas puedan exponer su trabajo y compartir su obra con un público más amplio que el que acude a las muestras de galerías o museos. 

La BlackRoom es un local abierto, un espacio para romper barreras y mitos. Un lugar accesible, de grandes ventanales, al que no necesitas entrar para disfrutar de él. 

La BlackRoom también es una reflexión y una reivindicación: el deseo de una Pola en la que no reine el abandono. Frente al cierre de locales creemos en una villa en la que la creación y el arte sea parte de su esencia y de su día.

Disfruta de este espacio y de sus obras; olvídate de los límites, de las barreras y mira nuestros cristales como una ventana a la emoción, a la expresión, como un camino hacia la magia del arte.